Acompañamos a familiares de personas desaparecidas

Una de las apuestas fundamentales de las Universidades confiadas a la Compañía de Jesús, es que quienes ahí estudian y egresan tengan una formación encaminada a buscar y trabajar por la justicia social; en este sentido y, para el logro de dicho objetivo, se alinean los planes y programas de estudio para que vayan en congruencia con esta filosofía educativa; para reforzar esta formación al interior de la Universidad, existen otras instancias que refuerzan este objetivo, entre ellas el Programa Universitario de Derechos Humanos (PUDH) cuyo objetivo es sensibilizar y promover en la comunidad universitaria la cultura de los derechos humanos; para ello se llevan a cabo una serie de actividades que permiten visibilizar situaciones de violaciones graves a estos derechos, acercarse a realidades ajenas o lejanas y con ello analizar estas situaciones y tomar postura ante ello.

Desde el 2019 el PUDH tiene entre sus actividades el acompañamiento a colectivas de familiares de personas desaparecidas desde diferentes flancos, dándoles espacios de expresión, organización y capacitación para continuar con la búsqueda de sus seres queridos y en la lucha por la exigencia de justicia, reparación y no repetición.

En México hay más de 100,000 personas en esta condición y en el estado de Guanajuato más de 3,000; las familias que están en esta situación se encuentran en una condición de violación pluriofensiva a sus derechos humanos ya que esto causa daños irreparables no sólo por la desaparición del ser querido sino que representa una afectación generalizada a la persona y a las familias; entre estas consecuencias podemos enumerar, el sufrimiento permanente al no tener certeza de la condición del familiar; a esto se le denomina pérdida ambigüa ya que no se termina de saber en qué condición se encuentra la persona desaparecida, siempre se tiene la esperanza de encontrarlo con vida aunque ya haya pasado mucho tiempo; mientras no se tenga el cuerpo, no hay certeza de si aún sigue con vida o si ya falleció; la herida, por lo tanto, no acaba de cerrar.

Por otra parte, hay afectaciones físicas ya que el dolor se empieza a somatizar y es muy común encontrar en los familiares diversos padecimientos generados en fecha posterior a la desaparición como diabetes o cáncer; evidentemente también hay efectos psicológicos como el estrés y la ansiedad que produce la pérdida; también se presenta un menoscabo en la economía familiar, pues por una parte, los recursos se empiezan a invertir en la búsqueda del ser querido y, por otra, las actividades económicas a las que se dedican se ven afectadas o limitadas por concentrarse en la búsqueda.

Con este panorama, la Universidad Iberoamericana León se ha erigido como una institución reconocida a nivel regional por el trabajo que ha venido realizando con las colectivas del estado; recientemente, tuvimos un encuentro regional en donde se agruparon organizaciones de familiares de personas desaparecidas de diferentes estados: San Luis Potosí, Zacatecas, Aguascalientes, Jalisco, Michoacán, Querétaro y Guanajuato; su objetivo era hacer un análisis contextual de la región, compartir la experiencia y seguir la organización conjunta para una brigada de búsqueda.

Recientemente el PUDH incorpora dentro de sus actividades el acompañamiento de niñas, niños y adolescentes (NNyA) familiares de personas desaparecidas; grupo al que, en general, no se le ha dado atención; los NNyA recurrentemente sufren una doble pérdida, por una parte, del familiar que ha desaparecido y, por la otra, del grupo familiar que ahora está enfocado a buscarle, descuidando de esta forma a el o la menor; no porque esto sea una decisión deliberada, sino porque, ante las deficiencias del Estado, los familiares asumen la responsabilidad de la búsqueda.

¿Cómo explicar a un o a una menor la desaparición de un ser querido? ¿Cómo reconstruir el tejido social a partir de una generación que ha experimentado este dolor? ¿Cómo recuperar la confianza en las personas como elemento indispensable de cohesión social en ellos y ellas para hacer de este un entorno mejor?

Para atender estos cuestionamientos, desde el PUDH nos hemos propuesto dar acompañamiento a NNyA y para ello, estaremos llevando a cabo un Taller de Fotografía para que, entre otras cosas, con esto puedan recobrar la memoria de su ser querido; por otra parte, el reunirse entre pares y platicar del tema, les permitirá ir procesando el duelo.

Desde el PUDH tenemos una apuesta por seguir en este acompañamiento, tuvimos la participación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas en la presentación del libro: La desaparición forzada en México: una mirada desde los organismos del Sistema de Naciones Unidas y el Taller de Acciones Urgentes que es un mecanismo por medio del cual se le solicita al Estado mexicano desde el Comité para que se tomen todas la medidas para la investigación, búsqueda y localización de una persona desaparecida.

Desde la Universidad y el PUDH nos hemos comprometido con quienes han sido más vulnerados y vulneradas; esto es un poco con lo que podemos contribuir para ir forjando las bases de un entorno más solidario, justo y fraterno; seguiremos trabajando en ello.