Acompañar a las Juventudes: La Misión del Sistema Universitario Jesuita

Acompañar a las y los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador es una de las misiones principales de la Compañía de Jesús Universal y, por ende, de nuestra universidad. Esta Preferencia Apostólica Universal resuena profundamente en el enfoque educativo de la Ibero León, guiando nuestras acciones y estrategias hacia la formación de nuestro estudiantado.

A mediados de junio, se llevó a cabo la Reunión Anual del Sistema Universitario Jesuita (RASUJ), un evento significativo donde nos congregamos representantes de las distintas instituciones que conforman el SUJ. Uno de los temas centrales de esta reunión fue precisamente el acompañamiento a las juventudes en nuestras universidades, un tema latente en nuestro compromiso educativo.

Las universidades del SUJ albergan una diversidad de perfiles estudiantiles, cada uno con realidades y contextos específicos. A pesar de estas diferencias, hay un común denominador entre las y los estudiantes de licenciatura: La reafirmación de nuestra intuición educativa de “colocar a la persona en el centro”. Esta premisa subraya la importancia de seguir cuestionando y reflexionando el cómo acompañamos al estudiante en su proceso de aprendizaje y crecimiento personal, y cómo nos acompañamos a nosotros y nosotras mismas en esta delicada tarea.

Durante la reunión, se presentaron testimonios de nuestro estudiantado, quienes compartieron sus preocupaciones y desafíos. Entre las inquietudes más recurrentes se mencionaron la incertidumbre laboral, la transición de la niñez a la etapa adulta, la percepción de la universidad como una burbuja, las violencias que sufren, y la necesidad de establecer relaciones afectivas y de amistad. Estas voces jóvenes reflejan las diversas realidades que enfrentan y nos invitan a escuchar su rostro, como invitaba el filósofo lituano Emanuel Levinas.

Además, un grupo de panelistas, personas expertas en el acompañamiento dentro de las instituciones del SUJ, enfatizó la necesidad de retomar la escucha activa y la retroalimentación constante. Este enfoque no solo ayuda a las y los jóvenes a sentirse tomados en cuenta y valorados, sino que también es fundamental para su crecimiento y desarrollo. La retroalimentación efectiva les permite ganar autonomía en sus decisiones, construyendo así su identidad personal y profesional.

Nuestra misión en la Ibero León es clara: Acompañar al estudiantado en su desarrollo profesional y personal. Este acompañamiento es un proceso continuo y dinámico, que va más allá de la mera transmisión de conocimientos, y que requiere de nuestra parte conocerles de una manera más sistemática y humana.

Se trata de proporcionar un entorno en el que las y los estudiantes puedan descubrirse a sí mismos y mismas y comprender la realidad social en la que viven, junto a sus familias. Es un camino de autodescubrimiento, donde cada experiencia y aprendizaje contribuye a formar personas conscientes, comprometidas, compasivas y competentes.

En consonancia con la tercera Preferencia Apostólica Universal de la Compañía de Jesús, en la Ibero León nos disponemos a acompañar a las y los estudiantes en el camino. Este compromiso busca reflejarse en nuestras prácticas diarias, en la estructura de nuestros programas educativos y en la forma en que interactuamos con nuestro estudiantado. A través de diversas actividades y programas, fomentamos un aprendizaje experiencial y de servicio que tiene un impacto significativo en la formación integral de nuestras y nuestros estudiantes.

No obstante, reconocemos que aún enfrentamos desafíos y oportunidades, especialmente en lo que respecta a la cobertura y adaptación de nuestras propuestas a las nuevas diversidades culturales de la juventud y a las necesidades emergentes en el contexto social y económico, a las condiciones de discapacidad, espectros de neurodivergencias, e identidades sexo-genéricas.

En definitiva, en la Ibero León nos comprometemos a acompañar a nuestras y nuestros estudiantes en su desarrollo profesional y personal, asegurando que su trayecto por la universidad sea un camino de autodescubrimiento y comprensión de la realidad social. Al hacerlo, esperamos contribuir a formar personas conscientes, comprometidas, compasivas y competentes, alineándonos con la misión de la Compañía de Jesús de acompañar a las y los jóvenes en la construcción de un futuro esperanzador.