¡Existen!, viven campamento

Del 17 al 19 de noviembre se llevó a cabo el Campamento Jesuita “Existe” (Principio y Fundamento), organizado por el Centro de Formación Humanista. 

Participaron 46 personas, 32 de ellas fueron jóvenes que vivieron la experiencia, contaron con 12 acompañantes liderados por el P. Jesuita Juan Pablo Orozco, S.I. y el Mtro. Ricardo Aguirre, coordinador de la Pastoral de nuestra universidad.  

El campamento se llevó a cabo en el Peñón en Sierra de Lobos, a continuación les compartimos la reflexión de la alumna de la licienciatura en Comunicación Diana Sofía Oñate Pantoja.  

Desconectar para reconectar 

Si tú me preguntaras ¿Qué es y por qué ir al Campamento Existe? Honestamente no podría darte una respuesta, ni tampoco podría explicarte por qué decidí ir, ni mucho menos qué esperaba. 

Tal vez suena sin sentido, he tenido la oportunidad de estar en diferentes espacios a lo largo de mi preparatoria y universidad, donde pude compartir, reflexionar y acompañar al estilo Jesuita, pero al enterarme del Campamento “Existe” desde el nombre fue tan cautivante e intrigante que sin saber de que trataba y simplemente por impulso, decidí entrar. Y no me arrepiento. 

Muchas veces estamos abrumados por cosas externas a nosotros, nosotras, la escuela, familia, amigas, amigos, diferentes problemas o preocupaciones, salidas, redes sociales, etc. Hay mucho ruido afuera, y ese ruido también nos afecta internamente, nos desconectamos de nosotros para intentar conectar con otras cosas, que al final, tal vez nos dejen un vacío o nos consuman energía que no merecían. 

En ocasiones es difícil distinguir los movimientos que llevamos dentro, si las aguas están agitadas o calmadas, luego no lo sabemos hasta que salen en forma de lágrimas y es cuando nos percatamos que algo no anda bien, cuando las emociones y sentimientos arden, cuando no puedes salir de tu cabeza pero tampoco entender lo que está dentro de ella, cuando el corazón pesa pero parece que con un suspiro se puede fracturar, cuando el cuerpo parece que no nos obedece ni pertenece, sí, hay cosas que nos cuesta entender, y es ahí cuando más tienes que voltear a verte, no te dejes al último. 

Hay una frase de San Ignacio que no he podido sacar de mi cabeza últimamente, y no me había hecho tanto sentido como lo hace ahora; “El amor se ha de poner más en las obras que en las palabras”. Realmente creo que el amor es de las cosas más fuertes y con la capacidad de cambiar cosas en el mundo, decir palabras de amor no es lo difícil, lo difícil está a veces en hacer las acciones que lo compartan, por la temática del campamento, me centraré en el amor hacia uno mismo, cuando estamos tan afectados por el ruido externo, no nos damos cuenta de nuestras propias necesidades, nos distanciamos de nosotros y no nos damos eso que necesitamos muchas veces, amor, comprensión, compasión, y sí, es cierto que si no estás bien tú, no puedes ayudar a los demás.  

De forma más personal e íntima, estaba muy desconectada de mí, tengo tantas cosas que pasan muy rápido en mi vida, me sentía fuera de mí, me desconocía, con el tiempo fui sintiendo un vacío que me llenó de mal humor, frustración, y sentimiento de que nada era suficiente. No puedo decir que después del campamento volví como una persona completamente nueva porque no es posible, pero sí me ayudó a tocar nuevamente el suelo para conscientemente seguir con mi proceso, y conectar también con personas que me aportan y me inspiran. 

En la cosmovisión Jesuita, no somos un ser individual, sino que somos con el otro, somos parte de “algo más grande”, vivimos en comunidad; hoy, después de todo esto, te invito a empezar por ti, ¿Que quieres cambiar al mundo? Empieza por ti, ¿En qué quieres ayudar a los demás? Empieza por ti, y comparte tu cambio, tu amor y tu propósito con y para los demás. 

Te invito a desconectar del mundo tan ruidoso en el que vivimos, y te aventures a conectar contigo mismo, a apreciar y encontrar el “por qué” de tu existencia, y cuando se vuelva a dar la oportunidad de ir al Campamento Existe, aprovéchala.