La importancia de la alimentación basada en plantas como un enfoque sostenible para combatir el cambio climático.

La importancia de la alimentación basada en plantas como un enfoque sostenible para combatir el cambio climático

En las últimas décadas, la preocupación por el cambio climático ha alcanzado niveles sin precedentes a medida que los impactos devastadores se hacen cada vez más evidentes en todo el mundo. La comunidad científica coincide en que el cambio climático es uno de los desafíos más apremiantes que enfrenta la humanidad en el siglo XXI. Ante esta realidad, es crucial examinar cómo nuestras elecciones dietéticas pueden influir en la sustentabilidad global y, por ende, en nuestra capacidad para mitigar los efectos del cambio climático. 

La dieta basada en plantas, caracterizada por el consumo predominante de alimentos de origen vegetal y una reducción significativa en el consumo de productos de origen animal, ha surgido como una estrategia prometedora tanto para la salud humana como para la sustentabilidad ambiental. Numerosos estudios han confirmado reducción de riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. 

La producción de alimentos de origen animal, en particular la ganadería intensiva, es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel global. La cadena de suministro de alimentos es responsable de aproximadamente el 25% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el hombre y utiliza aproximadamente el 70% de las extracciones de agua dulce para consumo del planeta y casi el 40% de la tierra mundial. 

Las emisiones de metano y óxido nitroso provenientes de la digestión entérica de rumiantes y el manejo de estiércol son significativamente más potentes que el dióxido de carbono en términos de su capacidad para atrapar el calor en la atmósfera. La transición hacia una dieta basada en plantas ofrece una serie de beneficios significativos desde una perspectiva ambiental: 

1.- Reducción de emisiones de GEI: Al limitar o eliminar el consumo de productos de origen animal, se reduce la demanda de la agricultura animal, lo que a su vez disminuye las emisiones de metano y óxido nitroso asociadas con esta industria.  

2.- Uso eficiente de recursos: La producción de alimentos de origen vegetal requiere menos tierra, agua, energía en comparación con la producción de origen animal. Por ejemplo, se estima que se necesitan aproximadamente 15,000 litros de agua para producir 1kg de carne de res, mientras que solo necesitan alrededor de 1,000 litros para producir 1 kg de trigo.  

3.- Conservación de la biodiversidad: La expansión de la agricultura animal a menudo conlleva la destrucción de hábitats naturales, lo que contribuye a la pérdida de biodiversidad. Al reducir la demanda de productos de origen animal, se puede mitigar este impacto negativo y promover la conservación de hábitats críticos.  

4.- Menor huella hídrica: La producción de alimentos de origen animal es notablemente intensiva en agua. Al optar por alimentos de origen vegetal, se reduce la presión sobre los recursos hídricos limitados, lo que es especialmente relevante en regiones propensas a la escasez del vital líquido 

La alimentación basada en plantas emerge como una solución integral y sostenible para afrontar los desafíos contemporáneos de salud y medio ambiente. Los hallazgos presentados en estudios como el publicado en The Lancet subrayan los beneficios significativos tanto para la salud humana como para la sustentabilidad ambiental al adoptar una dieta centrada en alimentos de origen vegetal.  

Al reducir el consumo de productos de origen animal y aumentar la ingesta de alimentos vegetales, podemos no solo mejorar nuestra salud y reducir el riesgo de enfermedades crónicas, sino también mitigar los impactos del cambio climático y promover la conservación de recursos naturales. Esta transición hacia una alimentación basada mayoríamente en plantas no solo es una elección individual beneficiosa, sino también una medida colectiva crucial para construir un futuro más saludable, equitativo y sostenible para las generaciones futuras.  

La alimentación basada en plantas representa un paso fundamental hacia la construcción de sistemas alimentarios más justos y resilientes, en los que la salud humana y el cuidado del medio ambiente se enlazan de una manera inseparable. Es imperativo que  autoridades y la sociedad en su conjunto trabajen en colaboración para promover esta transición y generar impactos positivos a nivel local y global. 

Para iniciar esta transición, es importante acercarse con un especialista en nutrición quien ofrecerá una guía de alimentos para cubrir de forma suficiente y adecuada todos los requerimientos nutricionales para mantener la salud.

REFERENCIAS: 

  • Baden, M. Y., Liu, G., Satija, A., Li, Y., Sun, Q., Fung, T. T., Rimm, E. B., Willett, W. C., Hu, F. B., & Bhupathiraju, S. N. (2019). Changes in Plant-Based Diet Quality and Total and Cause-Specific Mortality. Circulation, 140(12), 979–991. https://doi.org/10.1161/CIRCULATIONAHA.119.041014 
  • Harris, F., Moss, C., Joy, E. J. M., Quinn, R., Scheelbeek, P. F. D., Dangour, A. D., & Green, R. (2020). The Water Footprint of Diets: A Global Systematic Review and Meta-analysis. Advances in nutrition (Bethesda, Md.), 11(2), 375–386. https://doi.org/10.1093/advances/nmz091 
  • Shan, Z., Li, Y., Baden, M. Y., Bhupathiraju, S. N., Wang, D. D., Sun, Q., Rexrode, K. M., Rimm, E. B., Qi, L., Willett, W. C., Manson, J. E., Qi, Q., & Hu, F. B. (2020). Association Between Healthy Eating Patterns and Risk of Cardiovascular Disease. JAMA internal medicine, 180(8), 1090–1100. https://doi.org/10.1001/jamainternmed.2020.2176 
  • Willett, W., Rockström, J., Loken, B., Springmann, M., Lang, T., Vermeulen, S., Garnett, T., Tilman, D., DeClerck, F., Wood, A., Jonell, M., Clark, M., Gordon, L. J., Fanzo, J., Hawkes, C., Zurayk, R., Rivera, J. A., De Vries, W., Majele Sibanda, L., Afshin, A., … Murray, C. J. L. (2019). Food in the Anthropocene: the EAT-Lancet Commission on healthy diets from sustainable food systems. Lancet (London, England), 393(10170), 447–492. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(18)31788-4 

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