SCJN difunde conocimiento en Derecho Familiar de nuestro egresado

“Si un profesionista no difunde o proyecta a la comunidad sus investigaciones, entonces éstas carecen de valor”, es la opinión del juez de oralidad familiar del Poder Judicial del Estado de Guanajuato, Daniel Delgado Ávila, maestro en Derecho Constitucional y Amparo por la Universidad Iberoamericana León.

Recientemente, el Mtro. Delgado Ávila participó en la publicación ‘Curso de Derecho y Familia que coordina el Centro de Estudios Constitucionales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, órgano técnico especializado que teoriza las decisiones judiciales asumidas por la Suprema Corte; es decir, las sistematiza, analiza, ordena y difunde a la sociedad mexicana desde la perspectiva constitucional de los derechos humanos.

El especialista describe la obra en la que participa como coautor como un manual o libro de texto diseñado para estudiantes de licenciatura en Derecho que pretende ser para ellas y ellos un insumo acerca de derecho de familia. Junto al Dr. Nicolás Espejo Yaksic, ambos escribieron un capítulo sobre responsabilidad parental en el sistema jurídico mexicano.

Previo a esta colaboración, el especialista colaboró en otras dos ocasiones para el Centro de Estudios Constitucionales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En la primera, abordó el razonamiento probatorio desde la perspectiva de género; es decir, “cómo se valoran en juicio las pruebas desde la perspectiva de género cuando hay una persona que está en una situación de supra a subordinación”.

En otro trabajo que elaboró previamente abordó también la responsabilidad parental; cuáles son los deberes de crianza que tienen padres y madres frente a sus hijos e hijas, “y hasta dónde el Estado puede interferir en las relaciones paterno filiales”, explica el maestro Delgado.

En entrevista, el juez de oralidad familiar compartió algunas reflexiones sobre su profesión y recomendaciones para las y los estudiantes del Derecho.

¿Qué satisfacciones personales le significa el dedicarse a la abogacía?

“La principal satisfacción que me deja es poder participar en la protección de los derechos de las personas que integran las familias (mujeres, niños y niñas, personas de la diversidad sexual). Creo que el principal valor que hay es poder poner mi granito de arena a que éste sea un mejor país, colaborando en la base de la sociedad que son las estructuras familiares de cualquier tipo”.

¿Qué habilidades, herramientas u oportunidades le dejó la maestría?

“El estudio de la Maestría en Derecho Constitucional y Amparo fue esencial porque me permitió conocer o analizar el fenómeno jurídico desde una perspectiva completamente distinta, la perspectiva de los derechos humanos, la perspectiva de la protección y defensa de las minorías (…)”.

¿Qué significó haber estudiado la maestría en la Ibero León?

“Lo que me atrajo fue el contenido de las materias, el programa de estudios y los profesores. No tenía un referente muy claro de lo que era la educación ignaciana porque había estudiado la licenciatura en una universidad pública, pero ya cuando estudié la maestría entendí y me sentí muy identificado con los postulados de la educación jesuita”.

¿En qué consiste su trabajo en el Poder Judicial del Estado de Guanajuato?

“Mi trabajo, principalmente, es resolver mediante juicios los conflictos familiares de manera que se protejan en mayor medida los derechos de las personas que integran la familia del niño, niña, mujeres en condiciones de vulnerabilidad, incluso de los varones. La perspectiva de género es simplemente analizar si hay una posición de estupro o subordinación entre dos personas independientemente de su sexo. En México, ordinariamente, son las mujeres, infancias y adolescencias”.

¿Cómo influye la filosofía ignaciana en su quehacer profesional?

“El énfasis en la persona, reconocer a la persona. Creo que eso se nos olvida mucho en la labor jurisdiccional, dejas de ver la sociedad de la que surgen los problemas y empiezas a ver a las personas como un objeto, como un número más, como un expediente más y creo que esa filosofía de saber que detrás de un caso hay una persona, sus propias necesidades y contexto, es básico; y siempre tenerlo presente al momento de juzgar y de ejercer profesionalmente, es esencial. Todas las personas o conflictos que vemos en los juzgados devienen de un contexto social en el que usualmente hay carencias, falta de oportunidades, falta de satisfactores básicos y como profesional puedes poner tu granito de arena para cambiar eso desde un área tan sensible como lo es la familia (…)”.

¿Actualmente desarrolla otra publicación?

“Sí. La idea es hacer un libro de introducción al derecho de familia en México, porque ha habido muchos cambios, mucha información que no ha sido tomada en los libros de texto clásicos. Mi idea es hacer un libro breve y sencillo, dedicado a las y los estudiantes de licenciatura en el que de forma básica y llana les explique qué es el derecho de familia y cómo se concibe actualmente en México, porque es muy diferente el derecho de familia de hace diez años al de hoy. Y es de conocimiento público, vemos en las noticias el matrimonio igualitario, la adopción entre personas del mismo sexo, la defensa de los derechos de los niños y niñas (…)”.

¿Cuáles son sus proyectos y aspiraciones profesionales?

“Me gusta mi trabajo como persona juzgadora, me gustaría seguir desempeñándome, dar lo mejor de mi como persona juzgadora y seguir con la actividad docente. Estuve durante estos últimos tres años investigando y me gustaría difundirlo, porque creo que también la parte de la extensión es importante, no nos podemos quedar como personas especialistas en una cajita de cristal escribiendo nuestros libros; si no se difunde o proyecta a la comunidad no tiene ningún valor (…) Mi reto ahora es cómo todo eso que he estado investigando lo pongo de una manera accesible al servicio de la comunidad y de las personas. Las universidades tienen un papel importante como difusores del conocimiento especializado y sobre todo en un tema tan sensible como los derechos humanos de las personas en las familias”.

¿Qué recomendación daría a las y los estudiantes de la licenciatura en Derecho de la Ibero León?

“Como dice Eduardo J. Couture en ‘Los mandamientos del abogado’, una obra clásica del Derecho, parafraseándolo: El Derecho se transforma constantemente, y entre menos te actualices, serás menos abogado. No concibo la educación universitaria como algo dado;  es decir, a las y los estudiantes les diría que lo que están trabajando en las aulas, en cuanto salgan, quizás ya no estará tan actualizado. Tienen una responsabilidad de seguir construyendo el conocimiento, investigando sobre las bases que les dan. Es importante una especialización a nivel maestría o por qué no, a nivel doctorado”.