Trastorno por atracón: qué es y cómo identificarlo
El trastorno por atracón es, como su nombre lo dice, un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) que ha ganado visibilidad en los últimos años, ya que antes, cuando a TCA se refería, las personas identificaban únicamente la anorexia y la bulimia. Hoy, se sabe que existen más trastornos aparte de los dos mencionados que afectan a la población en general sin exclusión de género o edad y que traen consigo repercusiones a la salud física y mental.
Ahora bien, según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-V, el trastorno por atracón se trata de episodios repetidos en un tiempo determinado de una ingestión en cantidades grandes de comida sin realizar algún tipo de mecanismo compensatorio para evitar ganar peso, como ocurre en la bulimia nerviosa, episodios acompañados de una sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio, ya sea sensación de que no se puede parar de comer o que no se puede controlar la cantidad y/o lo que se come (1).
Además de esto, dichos episodios pueden ir acompañados de algunos de las situaciones siguientes:
- Comer más rápido de lo normal.
- Comer hasta sentirse muy lleno.
- Comer cuando no se siente hambre física y en cantidades muy grandes.
- Comer en solitario porque se siente vergüenza por la cantidad ingerida.
- Sentir disgusto por uno mismo luego de un episodio.
Algunos autores y autoras han descrito ciertos factores asociados en los pacientes con trastorno por atracón: más experiencias adversas en la infancia, historia de trastornos afectivos en los padres, predisposición a la obesidad, obesidad en la infancia, repetida exposición a comentarios negativos sobre su figura/peso y comida, personalidad perfeccionista y una autovaloración negativa que podrían influir en su conducta alimentaria (2).
Ahora bien, una vez identificadas las características y factores asociados a este trastorno, ¿cómo podemos prevenirlo? Es importante forjar una relación saludable con la comida y la imagen corporal, lo cual se puede lograr llevando una alimentación balanceada y suficiente, evitando dietas muy restrictivas o que busquen la disminución de peso de manera muy rápida, realizando actividad física y, de ser posible, recibiendo asesoría de un o una profesional de la nutrición y el ejercicio que nos guíe en el camino en caso de no tener una noción clara sobre cómo llevar ese proceso.
También, es crucial intentar disminuir los estresores a nuestro alrededor y generar tácticas de tal manera que estos no interfieran en nuestras actividades y puedan comprometer la calidad de vida.
Para finalizar, hay que recalcar que si una persona cumple con las características previamente mencionadas, se debe buscar un abordaje multidisciplinario para tratar los síntomas, en el cual se incluya apoyo psicológico, médico y nutricional, esto con la finalidad de tener un diagnóstico, establecer un patrón regular alimentario, cambiar creencias erróneas que puedan existir en cuanto a la alimentación o a ciertos alimentos, prevenir futuras recaídas o la evolución de los episodios de atracones en algún otro TCA, todo esto con el fin de mejorar la calidad de vida de quien lo padece.
Referencias
(1) American Psychiatric Association (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5 (5a. ed.). Madrid: Editorial Médica Panamericana.
(2) Guisado, Juan A., & Vaz, Francisco J. (2001). Aspectos clínicos del trastorno por atracón “binge eating disorder”. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, (77), 27-32. Recuperado en 02 de junio de 2023, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-57352001000100003&lng=es&tlng=e
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